Algo que comprendí estando fuera de Perú es el lugar central que ocupa la comida en las vidas de los peruanos. Un antiguo spot publicitario de Inca Kola (¡el sabor de lo nuestro!) grafica muy bien esta afirmación al resaltar como nuestros peruanismos están plagados de influencias gastronómicas (causa: comida típica peruana = amigo, asado: tipo de preparación de carne = molesto, palta/palteado = asustado, etc.).
Es complicado explicar esto a los australianos que me miran con signo de interrogación cuando les empiezo a recitar con el pecho inflado de orgullo las maravillas de nuestra gastronomía, pues ellos a lo mucho relacionan al Perú con Machu Pichu y las líneas de Nazca (y gracias a la última entrega de Indiana Jones ¡con los Mayas y Aztecas!!!).
Y es que para alguien que no ha probado la cocina peruana y no conoce la variedad de nuestros platos es muy difícil expresar en una sola oración qué tipo de cocina tenemos. Sobre todo cuando los australianos no gozan de “comidas típicas” y el ritmo de vida hace que los hogares opten por comidas pre-congeladas, que no cuenten con más de 4 ingredientes y/o que su preparación no demore más de 20 minutos.
Siendo una ex-colonia británica que tras la instalación de los primeros inmigrantes básicamente anularon a la escueta cultura pre-existe (llamados aborígenes), Australia heredó no sólo la tradición de la monarquía británica, si no también sus platos típicos: fish & chips (chicharrón de pescado con papas fritas) y sus famosos pies (pasteles/quiches con deliciosos –y grasientos- rellenos con diversos ingredientes, siendo el más popular el meat pie, o sea, pastel de carne). Más allá de esos platos “desconozco mayormente joven” algún plato tradicional australiano.


A pesar de no contar con una variada gastronomía autóctona, cabe recalcar que en Australia se come bien (si tienes el dinero para comer fuera de casa) pues debido a su variedad de inmigrantes, uno puede encontrar restaurantes de diferentes nacionalidades que nosotros nunca hemos tenido la oportunidad de probar en el Perú, como la comida india, tailandesa, vietnamita, malaya, china, japonesa, etc. Probablemente la diferencia aquí es que las culturas inmigrantes no se llegaron a mezclar del todo con la cultura dominante, a diferencia del caso peruano. Por eso, cuando voy a comer comida china la sazón es totalmente diferente a la de nuestros riquíssisisisimos Chifas.
Para los recontra peruanos les advierto que en Australia, y sobre todo en Adelaide, es difícil conseguir ingredientes peruanos (o son muy caros… hay épocas del año en que el kilo del limón cuesta 24 dólares… ¡aquí la gente prefiere ponerse el escaso Pisco-Peruano al limón cuando nos reunimos entre peruanos para hacer pisco sour!). Pero con un poco de ingenio uno puede ir a los mercados asiáticos y más o menos conseguir picantes similares al ají, una seudo especie de yuca, una caigua libanesa (¿?), etc. De lo contrario, para eso están los devotos familiares y amigos que nos envían los sobrecitos de comidas peruanas pre-hechas… que con esa sazón artificial podemos engañar por algunas horas al estómago, a la mente y al corazoncito.
Al no poder encontrar el comercial de Inca Kola y los peruanismos , aquí los dejo con un video que encontre en youtube de una pareja de norteamericanos en el Outback (desierto australiano) preparando canguro: