jueves, 29 de diciembre de 2011

Dos años de vacaciones





Hace casi dos años que no escribo en este blog… pero al menos sí he estado contestando sus preguntillas que me llegaban al correo personal.


Ya ni sé por dónde empezar, pues tal cual la novela verniana, estos “dos años de vacaciones” de mi escritura bloguera han estado marcados por muchas aventuras, cambios y cumplimientos de muchas metas. Sólo con el propósito de ponerlos al día (pues muchos me han hecho esa pregunta) aquí les va un súper resumen de mi vida:


- ¡Ya soy ciudadana Australiana!!! A mediados del 2010 presente mis papeles, di mi examen de conocimiento general sobre la historia, política y cultura australiana (¡sí, se tiene que dar un examen!) y participé de una ceremonia express que de casualidad se dio ese mismo día (normalmente uno debe de esperar hasta que se realice la ceremonia en tu distrito y pueden pasar meses). A los pocos días apliqué al pasaporte australiano y ya estaba lista para viajar por primera vez como una Aussie, ¡sin necesidad de visas ni trámites engorrosos!


- En diciembre del 2010 visite Perú después de 4 años: aprovechando que los tiempos eran mejores, viaje a Perú (con unas paraditas estratégicas en Montreal y Nueva York). La verdad que después de tanto esfuerzo y trabajo, me merecía esas vacaciones y poder ver a familiares y amigos… la pasé genial!


- Al regresar de ese viaje, en el trabajo me dieron un contrato permanente con mejores condiciones. En Australia, cuando eres empleado permanente, y sobre todo en empresas como Origin Energy, que cuida mucho al empleado, uno tiene muchas más oportunidades de crecer profesionalmente y una relativa estabilidad laboral. Las otras opciones de empleo son la de empleado temporal (que te pagan sólo por horas trabajadas, sin derecho a vacaciones) o la de empleado contratado (mi anterior estatus) que básicamente tienes muchas de las gollerías del empleado permanente pero para continuar en la empresa te tienen que renovar el contrato, entonces no tienes tanta estabilidad.


- Gracias al trabajo fui a varias conferencias, seminarios y seguí algunas de certificaciones relacionadas con Gerencia de la Información, Gerencia de Cambio, Redes Sociales, Communicationes y Gerencia de proyectos.


- Conocí nuevos amigos, me divertí mucho en paseos, viajes, fiestas temáticas, espectáculos y conversadas hasta altas horas de la noche. Para el migrante, el grupo de amigos se convierte en tu familia, y en estos años me acerque a personas que considero ahora mi familia y me aleje de aquellas que en vez de sumar, restaban.


- Me enamoré y desenamoré un par de veces. Debo reconocer que hasta utilicé métodos ultra(post)modernos para conocer gente como el “speed-dating” y “online-dating”. En la mayoría de los casos fue un experimento antro-sociológico interesante, que ya explicaré mejor en otro post. Sin embargo, sigo pensando que la mejor forma de conocer a alguien es a través de conocidos o en lugares que reúnen personas con intereses comunes… pues tienen mejores filtros que estos sistemitas :P


- Mi mami me visitó en mayo de este año y tuve la oportunidad de enseñarle Adelaide, a mis amigos, mi trabajo. Aunque fue por sólo semana y media, las dos la pasamos súper. Ahora cuando hablamos por teléfono, ella ya tiene referentes visuales J


- A finales de setiembre de este año me regalé un viaje por Europa: Madrid, Toledo, Barcelona, Toulouse, Paris (por segunda vez), Brujas y Londres. OHMYGOD! Uno de los mejores viajes que he hecho. Por más que viaje sola, me fui encontrando en cada ciudad con familiares y amigos que no veía hace mucho tiempo (me dio pena no encontrarme con otros, pues por el tiempo no me fue posible). También fue una inyección cultural extraordinariamente motivadora, que ahora hace mella en mis ganas durmientes de vivir en una gran ciudad cosmopolita… En resumen, cada ciudad que visité fue espectacular, pero sólo les digo… “Londres: nos volveremos a ver en breve!!!”


Hoy, me encuentro haciendo un recuento de todo lo vivido en estos dos años de no poner al día este blog. En conclusión me siento agradecida y orgullosa de todo lo vivido y aprendido, gozado y sufrido, soñado y logrado.


Hace dos años me preguntaba si es que migrar valía la pena, si valía la pena tanto esfuerzo. Dos años después puedo afirmar que sí. El camino no fue necesariamente fácil de seguir, pero al hacer este recuento sólo puedo acordarme de lo logrado y no de los tropiezos… quizás porque sin esas caídas no hubiese podido conseguir lo que tengo ahora.


Hoy siento que he cumplido muchos objetivos (inclusive ante mi misma sorpresa), pero aun el camino no ha terminado…. No sé que pase mañana, sólo sé que aprovechando el fin de año es hora de nuevos cambios y replantearse objetivos olvidados… pero no se preocupen, que los mantendré al tanto…



¡FELIZ AÑO!




¡ESPERO QUE EN ESTE 2012 TODOS SUS SUEÑOS SE LES CUMPLAN!